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Monday, May 31, 2004

El sábado por la noche volví a padecer de salpullido en el cuello... eso pasa casi siempre por estas fechas debido al calor y mi cabello largo y enmarañado... mi madre me dijo hace poco que pensaba escribir un libro, cosas de la edad supongo... y que puedo decir, yo también he pensado en ello desde hace un par de años, pero soy tan huevón que no he comenzado siquiera... sé que pensar 'voy a escribir un libro' parece pretencioso y mamón, pero de hecho eso me importa un comino. Mi idea vino un poco por toda esa sarta de pensamientos que le vienen a uno en la cabeza a diario; he pensado en dejar el registro de ciertas hipótesis y apreciaciones con respecto a lo que me rodea. No soy de la idea de 'triunfar, tener un hijo, escribir un libro' y esas cursilerías que alivian el terrible vacío que aqueja a nuestra irremediable mediocridad. La cosa más bien es que simplemente podría hacerlo y ya. En algún momento pensé hasta en editarle un libro a algún amigo, para mi no es algo imposible, cuestión de juntar unos pesos, diseñar y corregir los textos, formarlo y a la imprenta. Pero no ha sucedido y mi amigo se la pasa más tiempo filosofando en carne propia que escribiendo sus desventuras. Si alguien lee esto y piensa 'editame a mi', temo que debo mandarle a la chingada desde antes... Mi pensamiento 'do it yourself' me ha llevado a la auto-publicación y la realización, de una forma u otra, de las cosas que me parecen interesantes en determinado momento (y claro, también en algún punto he pensado en algo comercialmente viable.... pero siempre tiene que gustarme primero, no estoy para recibir cosas e intentar aliviar la vida de los demás). Luego de toda esta verborrea, el punto por el que llegué hasta lo de los libros tiene que ver con el calor mismo. Es chistoso que aún a pesar de tantos estudios biológicos y análisis sesudos, inteligencia aplicada al por qué de los acontecimientos (y mucha información en los libros)... todavía hay quien vive en la pendeja pensando que no pasa nada. El calor en Victoria se incrementa cada año: eso es parte del desmadraje de la capa de ozono y otras cositas que nuestra especie ha ido jodiendo como quien no quiere, a lo largo de tantos años. Muchos dicen: siempre ha sido así, pero lo dicen por no pensar en el asunto. Así como esto hay otras cosas que simplemente hacemos sin pensar más... también me he quedado con la hipótesis de una amiga sobre el exceso de concreto (una idea que parece descabellada y simple... cuando se le ve con cabeza simple, pero que en la lógica lleva su posible razón); aunque en las colonias más olvidadas se necesitan buenos accesos y todo eso, habría que preguntarse que tanto contribuye al calor el hecho de que cubramos el terreno natural con un escudo (evitando el reciclaje sencillo de tierra-evaporación-nubes-lluvia), es decir, el concreto y cemento de caminos y banquetas (más toda la arquitectura de las casas). Y no digo que se dejen de construir casas y caminos, si no que tal vez ha faltado una verdadera planeación donde a la par se mantengan áreas verdes y huecos para árboles en la banqueta... bueno, son rollos y rollos con los que podría seguir y seguir, pero no tiene caso en este momento. Simplemente pienso una cosa: me asquea saberme parte de la humanidad, esta especie navegante en la pendejez más plácida que se jode a si misma embriagada por una petulancia digna de un organismo inferior con respecto al resto de su habitat. Bene, escribo después...

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