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Saturday, November 06, 2004

es un día maravilloso... seguro que llega alguien y me lo jode...

...esa frase la leí en un pequeño bar de Oviedo donde probé una tradicional sidra de manzana que tiene la curiosa forma de servirse de una medida de un metro entre la botella y la copa que espera inclinada la recepción del líquido. Acto seguido el brebaje debe engullirse de un solo trago largo. Al día siguiente un buen concierto: Schwarz en un pequeño local, algo de cerveza... luego una amarga Guiness en un bar de especialidad irlandesa con una bella mesera y chavos metaleros a cargo del lugar. Anduve por ahí y luego fui con Nacho a Gijón. En parte la ida a tal ciudad fue un poco inútil: una entrevista planeada con Fran Gayo del grupo Mus no logró concretarse, ahora será realizada por e-mail. De todas formas al menos ví la ciudad. De ahí partí hacia Irún en el País Vasco; más detalles o fallas de mi parte. Pude haber regresado con Nacho a Oviedo ya que de todas maneras el camión pasó por ahí. Por otra parte el viaje debí hacerlo por la noche, poco más de 7 horas fue lo que tuve que atravesar por esa zona de España. Y sin ir al baño que fue lo que más me dolió (literalmente: mi pobre vegija no deja de mentarme la madre por tales sometimientos). Parece que en Europa acostumbran ponerle llave al baño del autobús (esto, cuando hay baño). Este tipo de atenciones, poca información y el seco trato del que puedes ser objeto en diversos negocios te hacen comprender lo falso del discurso global: existe un grave retraso en ese sentido en Europa... por algo es la Vieja Europa... en Estados Unidos en el sentido de la comodidad se vive en el otro extremo: el ocio y la estupidez en pro de una comodidad muchas veces innecesaria. El tema puede extenderse en todo un tratado con el cual puedes darle una sencilla patada en el culo a cualquiera de los actuales políticos en México (y sus cómplices economistas mareados por el dogma de lo que se hace en otras partes, no en función de lo que se necesita... claro que yo con un sueldo como el de ellos tampoco notaré todas estas fallas solo visibles cuando viajas como cualquier tipo jodido que no tiene euros para la primera clase). Por lo contrario, el albergue en Irún es de lo más cómodo; me gusta el lugar aunque solo estuve una noche (agradezco a Karmelet de la compañía Metak por la información y localización del mismo). Por desgracia no traigo un paraguas y eso me cuesta cerca de 15 euros en total: 5 por cada vez que he tomado un taxi huyendo de la lluvia. El martes que me voy a Francia por la tarde, 2 compas del albergue me hacen saber que la estación del metro (llamado Topo), y que me cruza facilmente hacia Hendaya, Francia; se encuentra a solo unas cuadras. Camino rápido y dejo plantado al taxi que se dirige al albergue (imagino al tío totalmente encabritado). Cruzo y compro mi boleto de tren. Un cómodo viaje de 12 horas (a pesar de que me fuí en vagón de 2a clase). Llego a Lyon. El incremento en los precios con respecto a España es bastante notable. ¿Qué diablos hago en Francia si no tengo alguien a quien ver? Tomo el siguiente viaje a Torino, Italia. En Francia solo deambulo durante 3 horas, me como las galletas mexicanas que compré y salgo a las 9:15. Ahora el viaje es corto, solo 4 horas y ya estoy en Turin. Antes he llamado a mis compas pero como ambos trabajan me recoje el papá de Paky quien lleva un pequeño anuncio con mi nombre: ANTONIO MEXICO. He podido rolar un rato, comer pizza con sabor a verdadera pizza, pasta, etc. Me gustan mucho las italianas (y las españolas, y las francesas, y las mexicanas, y las japonesas, y las africanas, y... y...). Visité Pordenone con Dominik y allá vi a Renzo. Entre ellos hay una batalla de olores fétidos más o menos constante, seguidas dichas acciones de frases dichas en algún antiguo lenguaje de la zona. Estuvimos en casa de Stefano y el lunes al regreso hemos pasado por Venecia. Ni hablar, parezco un típico y patético turista tomando fotos y comprando regalitos para la familia. Hay muchas orientales (también hombres, pero esos no me llaman la atención). Entre ellas veo a una de las más maravillosas tipas en el viaje. Supongo que era japonesa porque tenía muy buenas caderas. También observo como pervertido a las preciosas lolitas francesas que andan en viaje de estudios. Oh la la... la illegalité!... En Torino me quedo en casa de Paky y he gastado en algunos discos, un concierto y otras cosillas. He comido más de lo esperado y creo que estoy más panzón que lo que quisiera. El viernes enmedio del caos tomo el autobus que me ha traido aquí a Barcelona. Me recojen un matrimonio amigo y me divierto por la jocosa manera de expresarse contra el tráfico vial y los actos de nuestros semejantes. El viaje ha sido cansado pero por fin estoy aqui. Antes, anoche en la taquilla de Italia cuando me dieron el boleto, nos atendió una mujer de aspecto osco y cara larga. 'Debe ser la falta de sexo', pensé, a la vez que luego observé un trasero perfectamente delineado y carnoso al final de esa espalda flaca.... yo si se lo haría. Por cierto, creo que el estar delgado es una de las caracerísiticas de muchas 'bellas ragazzas' italianas. Debe ser el exceso de lugares enfocados a la moda y demás necedades. Supongo que la bulimia, la anorexia y la cirugia plástica viven su edén por esos lares. Caminando ya por las calles de Barcelona, trato de disimular la mirada pervertida que se me escapa involuntariamente; delante de nosotros camina una tipa gorda pero de buenas formas. Trae un pantalón blanco que resalta sus grandes nalgas, prófugas de un visible calzón diminuto. Me encanta. Se antoja ese culo carnoso y dotado de las grasas necesarias... lo blanco de la prenda permite incluso ver las líneas de la celulitis... Es, en toda regla, un verdadro culo hipnótico. Caray... creo que debo de dormir. Ciao putos.

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